17 abr 2013

una cocina pequeña

... Y destruída. 

La posibilidad de renovarla comprando muebles nuevos disparaba el presupuesto porque habría que alicatar paredes y suelo además de cambiar la posición de la puerta debido a la profundidad de los módulos estándar. 

Otra opción era hacer los muebles a medida (renunciando absolutamente a las alacenas), ésta última más plausible teniendo en cuenta que no hay ángulos de 90º y de cualquier forma la encimera tiene que ser cortada a medida.

Finalmente nos decidimos por recuperar los muebles que había cambiando todas las piezas estropeadas por el agua y pintado puertas, cajones y embellecidos exteriores. En cuanto a electrodomésticos se compraron una cocina y la campana extractora de humos (de la que carecía). 




En toda la cocina sólo había un cajón, así que se aprovecharon los profundos huecos de un botellero de cinco departamentos con unos cajones hechos a medida por Obradoiro do lar. 

Para los textiles, teníamos un conjunto de bolsa de pan, manoplas y volantes que habían pertenecido a otra cocina y las usamos adaptándolas a su nueva ubicación (así como la cortina). ¡Reciclaje!





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