Partimos del espacio en sí (de techos altos) y de los muebles, las necesidades y el gusto de los propietarios.
Ya que entre los elementos fijos de la decoración teníamos tonos blancos, madera y negro, el color elegido para las paredes fue ése anaranjado que es muy luminoso e integrador (el negro y el blanco no son tan contrastados sobre él) y que a su vez nos permitiría utilizar el granate para resaltar elementos deseados como el sofá, o el precioso cubre-cama de época usado como alfombra.
La distribución de los muebles se realizó sobre plano y tras el informe con las fotos 3D, el proyecto vio la luz verde:
Un cambio muy interesante. Sobretodo por la condición de caluroso que le otorga al hogar.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Jonathan. Has dado en el clavo.
EliminarLos naranjas, granates y rosas de la decoración general producen esa atmósfera cálida en el que las plantas son las protagonistas.
I love it!!!! Una mezcla de estilos y estampados que aunque arriesgados tienen un punto clásico y mucha clase. Artístico y súper- chic.
ResponderEliminarMuchas gracias Blanca. Lo cierto es que tenemos la suerte de tener clientes con alma de decoradores, las ideas muy claras y que se implican en los proyectos. Así da gusto trabajar.
Eliminar